Una corona de laurel
La corona de laurel era el signo con el que se reconocía a una persona que había destacado en el arte, la poesía o el deporte en la antigua Grecia. Fue el antecesor de las actuales medallas de oro, plata y bronce.
En este lunes, hemos "trabajado" el tema de la valentía. Nos ayudamos unos a otros a superar las distintas "pruebas" de cada día. ¡Qué felicidad cuando hemos vencido un obstáculo que nos parecía insalvable. El miedo nos paraliza, en la vida cotidiana y también en el seguimiento de Jesús. No pensemos tanto en lo que piense la gente, sino en lo que piensa Jesús de nosotros.
Hemos seguido con las competiciones deportivas, siguen apareciendo las medallas y hoy hemos hecho un taller de coronas de laurel. Cada vez nos vamos conociendo un poco más y sintiéndonos todos corresponsables en que todas las actividades, talleres, oración, deportes... funcionen bien y nos ayuden a crecer. Mañana, martes, será otro día seguro lleno de experiencias inolvidables.